La astrología, particularmente la astrología occidental, se ha comercializado fuertemente en los últimos 80 años. Figuras como Walter Mercado, Jean Dixon, Carroll Righter y Joyce Jillson se hicieron muy conocidas y ricas a través de los horóscopos de periódicos y revistas y otros lugares populares. Esto llevó a una tendencia a devaluar la carta astral y, en cambio, ajustar los horóscopos para que se adaptaran a la audiencia más amplia posible, en efecto haciendo que las personas se sintieran bien diciéndoles lo que querían escuchar. Esto es mala praxis.

No soy ni psíquico ni adivino. No hay nada misterioso en lo que hago. No puedo comunicarme con tus antepasados ni decirte que conocerás y te enamorarás de un caballero de brillante armadura o de una damisela en apuros. La astrología védica es seria. Es una herramienta espiritual integral que ofrece una comprensión más profunda de tu vida y propósito. En el corazón de todo esto está la carta astral. No llego a conocerte a través de nuestra entrevista inicial, sino que es a través del estudio intenso de tu carta astral que te conozco. Luego te reflejo esa información para que puedas desarrollar una conciencia más profunda de quién eres y una mejor comprensión de las interacciones con los demás y los eventos de tu vida. Entonces, en astrología, todo gira en torno a la carta.

No existe tal cosa como un mal carta natal. Tu carta revelará cosas que validarán cosas que ya sabes, introducirá cosas que aumentarán la confianza en ti mismo y descubrirá cosas que podrían hacer que te sientas incómodo al principio. Tener cosas en tu gráfico que te hagan sentir nervioso no significa que tengas un mal carta natal. Simplemente identifican algunas áreas en las que necesita trabajar y eso es algo bueno. Por lo tanto, siempre seré honesto contigo.